
Se supone que planear una boda debería ser emocionante, bonito, no? Bueno, eso creía yo, pero la verdad ya ruego porque esto termine.
Las pongo en contexto:Me comprometí en septiembre del 19, estábamos súper emocionados y programamos la fecha para agosto del 20, bueno, yo para noviembre ya tenia vestido, recuerdos, foto y video y para enero ya habíamos pagado hasta el jardín, de un 100% teníamos listo 97%. La verdad trabajamos mucho, horas extra, doble chamba, metimos todo que ganamos en una beca para costear nuestra boda y no preocuparnos llegada la fecha. Ya saben por dónde voy, verdad? Entre la cuarentena y el encierro todo se puso en pausa... pues en junio decidimos cambiar la fecha en el jardín (que fue nuestra inversión más fuerte) para marzo del 21 pues eran las fechas disponibles, pagamos un extra para dicho cambio y pues nada... ahí va el sueño en pausa. La familia de mi fm insistía en que nos casáramos por la iglesia en chiquito en agosto para que pudieran estar todos pues mi cuñada no vive en México y decían que la fiesta la hiciéramos en marzo... La verdad la idea no me convencía mucho, ni le veía el chiste a casarnos para meses después hacer un festejo. Imagínense, si nos casábamos en agosto ni siquiera nos podríamos abrazar... como sea, una semana antes mi papá y su familia convivieron con personas con covid y se volvió a cancelar todo... pasaron los meses y cada vez me daba más ansiedad pues no se veía para cuando saldríamos de esto del covid. Hablando con mi fm decidimos que nos casábamos en Marzo, si se podía con la fiesta que bueno y si no se podía con la fiesta pues ya ni modo. Pues la fecha ya está en puerta y la misa sigue en pie, no quisimos moverlo más pues no hay seguridad de nada hoy día y al final lo que más nos pesa es el sacramento. El jardín nos ofreció un paquete para boda petite y acordamos hacerlo para 45 personas. La verdad le perdemos muchísimo porque los costos se elevan, pero por querer llevar a cabo nuestro sueño, decidimos hacerlo. Bueno, pues hace 2 semanas les hablé a mis damas (ellas también han sido un caso, jamás conté con su apoyo, la verdad me sentí súper sola) para confirmar con ellas y explicarles que el festejo sería realmente muy pequeño, que necesitaba saber si podrían asistir pues el gasto es muy alto; una de ellas habló conmigo pues económicamente no está bien y no puede terminar de pagar su vestido (le hechura, pues la tela se las regalé) y lo entiendo súper bien, sé que la situación es muy complicada. Bueno, pues otras 2 de mis damas le dijeron a la chica que está haciendo los vestidos, que es amiga mía, que quieren su dinero porque no van a asistir y la verdad me dolió mucho enterarme por la costurera y no por ellas. Y así fue que me quedé sin 3 damas, mis padrinos de lazo (qué no podrán asistir por qué no viven en México) y la madrina de rosario. Ahora pensamos que allá fiesta no tiene caso, es mucho re invertir para que nadie asista...Pues estamos en planes de hablar con el jardín para ver qué nos pueden regresar por cancelación. Ahora, me quedo con 80 pares de sandalias y kits de belleza grabados con nuestros nombres y fechas, bebida para 200 personas empolvándose en el armario y un montón de nostalgia en mi corazón. Siento que después de todo, de planear, trabajar e invertir, nuestros esfuerzos no valieron nada. Al final del día ese sueño quedó atrás...No me malentiendan, estoy muy feliz de casarme con el hombre de mi vida, no voy a decir que muero por saber cómo será nuestra vida después del matrimonio porque ya lo sé, llevamos ya 4 años viviendo juntos; los 4 años más divertidos y bonitos que he pasado, sé que con él me saqué la lotería y estoy tremendamente feliz de reafirmar mi compromiso ante Dios.Simplemente al final del día no puedo evitar sentirme triste, nostálgica. Supongo que ustedes sí pueden imaginarse cuanto anhelaba mi boda.
Gracias por leerme, les mando un abrazo fuerte a la distancia, espero que sus planes vayan viento en popa 💕