¡Buen día, novi@s! ¿Qué tal va su inicio de semana? Hace unos días nuestro fotógrafo nos envió una pequeña muestra de nuestra sesión getting ready, aún habrá más fotos, pero ya tengo muchas ganas de enseñarles éstas.
Les platico que, como Fernando y yo llevamos ya doce años viviendo juntos, después de pensarlo un poco decidimos que nos arreglaríamos juntos. Sí me emocionaba mucho la idea del first look y pedirle a mi mamá y a mi hermana que ellas estuvieran conmigo en el getting ready, pero preferimos compartir este momento súper único e íntimo y hacerlo diferente entre nosotros, y además guardar la sorpresa completa del look para los demás. Por la misma razón, queríamos que fuera en nuestra casa, pero ciertos problemas con el salón nos hicieron mover nuestros horarios y tuvimos que quedarnos en un hotel a menos de cinco minutos de ahí.
La experiencia con el fotógrafo fue extraña. Ésta fue la tercera vez que nos tomó fotos, así que no fue falta de confianza. Y sabía (como podrán ver) que los resultados serían preciosos. Pero me sentí... digamos entorpecido. A mí ya me urgía estar listo, en parte por los nervios y en parte porque ya íbamos un poquito retrasados, y él estaba tomándose todo el tiempo del mundo en las fotos. Al final me encantaron, claro, lo sabía, pero habiendo vivido la experiencia, hubiera preferido más tiempo en otras locaciones que aquí. También porque cuando Fernando terminó y lo vi ya listísimo para casarse conmigo, quise correr a besarlo y a abrazarlo, pero tenían que tomarle unas fotos justo en ese momento o se iba la luz bonita.
Pero bueno, ya que tenemos las fotos, no nos arrepentimos de haberlo hecho. Aquí les dejo las primeras y ya les iré mostrando otras más adelante. Mis favoritas son las tres últimas.
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