Ir a la playa de Awala Yalimapo para ver tortugas laúd
Esta recóndita playa se encuentra cerca de Saint Laurent de Maroni, al lado de la frontera con Surinam.Su atractivo principal radica en ver las tortugas laúd, que acuden en masa de mayo a agosto para poner allí sus huevos.
Recorrer el sendero Molokoi
Con unos 18 kilómetros de recorrido, el sendero Molokoi es el mayor sendero balizado de la Guayana francesa.Esta ruta, realizable en 2 días,pueblo laosiano de Cacao, pasando por el corazón de la selva tropical. Si te gusta la naturaleza, es una experiencia que no debes perderte por nada del mundo.
Descubrir el pueblo de Cacao y el museo de los insectos
Cacao es un entrañable pueblo de aspecto asiático situado en medio de un entorno natural privilegiado.Tras la guerra de Indochina, hubo un gran número de inmigrantes procedentes de Laos y alrededores que se mudaron a la Guayana. Muchos de ellos se quedaron en Cacao. Por ese motivo, al llegar, tienes la impresión de estar en el sudeste asiático.
El museo de los insectos
es un santuario repleto de todo tipo de bichos (arañas, escorpiones, grillos, mariposas, ciempiés…). El propietario, un friqui especialista en la materia, te mostrará (e incluso te dejará tocar) un sinfín de animales.
Ir al centro espacial de la Guayana francesa y ver el lanzamiento de un satéliteEl centro espacial de la Guayana francesa (CSG) es uno de los mayores motores económicos del país.Su superficie total es equivalente a toda la isla de Martinica (1200m2
Visitar las islas de la Salud (du Salut)
También conocidas como islas del Diablo (un nombre más acorde con su historia), este exuberante archipiélago fue el epicentro del pasado penitenciario de la Guayana francesa durante más de un siglo.Las duras condiciones de la vida del preso, junto al duro clima tropical –caluroso y húmedo– hacían que la tasa de mortalidad allí fuera del 85%.
Isla Royal
La isla más grande (sólo 28 hectáreas) y el punto habitual de desembarco del transporte que llega desde Korou. En la isla Royal hay varias ruinas penitenciarias, algunas de las cuales fueron reconvertidas en albergues. También puedes dormir en tu hamaca en cualquier palmera de la isla.
Isla de Saint Joseph
Accesible gracias a un pequeño barquito público, que une los 500 metros que separan ambas islas.Esta isla se puede rodear a pie fácilmente. Por el camino, te puedes bañar en algunas de sus playitas. También se pueden visitar sus viejas celdas en ruinas, entre las cuales se encuentra la del mítico preso Papillon.
La isla del Diablo
La más pequeña y misteriosa aunque, desgraciadamente, su acceso está prohibido por ley. Opción low cost: si quieres visitar estas islas por poco dinero, lleva tu hamaca y trae tu propia comida y bebida en una nevera portátil. Es una opción bastante popular.
El carnaval de la Guayana francesa
Desde mediados de enero a mediados de febrero se celebra en la Guayana francesa uno de los mayores eventos sociales del territorio. Durante varias semanas, hay una explosión de júbilo, desenfreno y descontrol que se expande por todas las ciudades en forma de fiestas, disfraces, sexo e ingesta masiva de alcohol.
Hacer kayak en alguno de sus innumerables ríos
Las playas de la Guayana francesa son de arena negra, y aguas marrones a causa de los sedimentos de los ríos que ahí desembocan.Pero no temas, si lo tuyo son los deportes acuáticos, tienes cientos de ríos donde hacer kayak.
Visitar los pantanos (o “Marées”) de Kaw
Uno de los paisajes más bonitos de la Guayana francesa y una actividad perfecta para compartir con amigos en un entorno privilegiado.La actividad comienza en el embarcadero del río Kaw.
Ilêt la mère: hogar de los monos saimiri
Sin, duda, una de las actividades más divertidas. Ilêt la mère es un pequeño islote de unas 50 hectáreas situado a 12 kilómetros de la capital, Cayenne.
Las cascadas Voltaire con noche en Inselberg
Las cascadas son muy bonitas. Lo mejor de esta actividad pensada para 2 días y 1 noche– es adentrarse en el corazón de la selva, interactuar con un montón de animales y dormir en lo alto de un inselberg.
Hacer senderismo en el pueblo de Saül, en pleno centro de la Guayana francesa
Este antiguo pueblo minero, situado en plena selva guayanesa, llegó a albergar a más de 3000 personas a mediados del siglo XX. Sin embargo, a medida que el oro se fue agotando, la población fue emigrando hasta convertirse en lo que es: un misterioso pueblo donde sólo viven 90 personas.
Monte Gran Matoury
esta es otra reserva natural de gran importancia para esta pequeña nación. Se localiza a solo 8 kilómetros de la capital y se compone de 2.100 hectáreas que albergan manglares, pantanos, calas, bosques y montañas con una increíble biodiversidad
El zoo de Guayana
El Zoo de Guayana, situado en Macouria, tiene una extensión de 65 hectáreas y cuenta con más de 70 especies animales endémicas que habitan en este entorno natural. Una oportunidad perfecta para admirar la fauna y la flora guayanesas sin tener que adentrarse en la jungla amazónica. Aquí viven 450 animales en un entorno muy tranquilo, desde el más pequeño, el mono tamarino, hasta el más grande, el tapir. Y si llueve, no hay que preocuparse, el recorrido balizado cuenta con zonas cubiertas; un recorrido de más de una hora y media que hará disfrutar a pequeños y mayores.