Ahora sí les contaré todo desde el principio.
Con Antonio José tuvimos que posponer la boda por tiempo indefinido, porque en realidad no sabíamos si casarnos con esto o no, por el tan famoso COVID-19, resulta que 45 días después de comprometernos habíamos quedado que nuestra boda sería el 25 de abril. Después de 9 meses (de agosto de 2019 a abril del presente año) ahí quedó todo pausado, porque ajá, no sabíamos cuándo terminaría todo esto. Cierto día me desperté diciendo (de no ser por el virus aquí estaría Antonio José despertando conmigo) y me cayó esa desesperación, yo le dije a mis papás: 'ya no más, me quiero casar', quedaron perplejos ante la situación, horas después (como que habían hablado con el yerno, sin yo saberlo) me dicen que escoja un día, entonces yo dije 'erdaaaaa tampoco puede ser a la bulla de los cocos', reaccioné de una y les pregunté ¿para agosto esta bien?, me dicen sí, en 4 meses podemos terminar los últimos detalles, luego mi mamá me dice, escoge un día, de una sin pensarlo dije 17, ahí quedó la esa conversación.
Me faltaba el vestido, que era lo más complicado de escoger, y otras cositas ahí; pasaron los 4 meses y yo aún no me decidía por el vestido, ya que todo el que veía me gustaba 🤦🏻♀️ anteayer, enserio, anteayer (16 de agosto, un día antes) escogí el vestido. 👰🏻 Cuando me di cuenta que ya tenía todo listo, y faltaba un día dije 'por fin'.😍
Después de tantos malos ratos por mi indecisión sobre el vestido aquí estamos, con 23 horas siendo esposos, ya se imaginaran mi felicidad al ver a ese hombre a mi lado cuando desperté esta mañana. 17/08/20 ❤
Gracias DIOS por ser tan perfecto.
