Después del sí, pensé que todos los momentos consecutivos de planeación serían algo mágico , me imaginaba escogiendo junto con mi pareja el salón, la fecha, estando perfectamente de acuerdo en todo y viviendo en hermosa armonía. ¡Que tonto fuí! No me malinterpreten, el viaje igual se disfruta, sin embargo, no se porque tenía en mi cabeza la idea de que ibamos a congeniar en todo, cuando en realidad nunca ha sido así, cada uno tiene sus ideas de la fecha, el lugar, la comida, y toca negociar y entrar en esta dinámica de conocimiento, temas que nunca habíamos hablado y que ahora tenemos la oportunidad, planear una boda ha sido sin duda un ejercicío complementario de conocimiento de mi pareja, lo cual agradezco muchísimo. ¿A ustedes como les ha ido?
Como me imaginaba escogiendo todo lo necesario para la boda.
Como en realidad fue