Sí o sí tengo que contarles que sucedió después de que llegamos a CDMX después de la boda.
Lo primero que noté cuando llegue fue que estaba la "estrella" de flores colgada en la puerta de mi casa y me emocioné muchísimo. Esa noche tanto mi esposo como yo dormimos cada uno en casa de sus papás e hicimos la maleta para la luna de miel com destino a Buenos Aires, Argentina. Realmente fue una locura si acaso compramos los boletos unas semanas antes con una liquidación que guarde (no había otra forma). Y eso ha sido lo más caro de todo, ya que lamentablemente la economía de Argentina está en inflación, y a nosotros como extranjeros nos da la oportunidad de aprovechar, todo es mucho más barato que en México y siento que eso compensó un poco haber tirado la casa por la ventana. Realmente la "Luna" duró una semana, posteriormente, como a ninguno nos han exigido volver a la oficina decidimos quedarnos más tiempo y es así, justamente seguimos acá, porque no hemos comprado los vuelos de regreso, jejeje prácticamente es más barato quedarnos por acá hasta que nos obliguen a regresar. Es curioso eso si, porque únicamente los fines de semana parece que si continuamos la luna de miel, de verdad esto es inimaginable para mi, ya que es la 1ra vez que salgo de mi país, que estoy tanto tiempo lejos de mi familia y las cosas que conozco, así empezó nuestro matrimonio con otro horario, otra latitud, otro clima (¡es verano acá!), otras costumbres.
Incluso estamos pensando volvernos "nómadas digitales", aunque eso quiebra un poco los planes de tener una casa y vivir en México. De hecho así justo me siento *confundida*. Todo eso de viajar por el mundo y trabajar al mismo tiempo, de la mano de tu esposo, suena a un sueño, algo extraño y algo que no pensé realmente que podría suceder o tener la oportunidad. Bastante fantástico, y la verdad es que tengo miedo, no hay otra cosa, es miedo. Ya extraño la comida y a mi gato y no se si esto sea lo que haya estado esperando por mi.
Si volvemos a México, tampoco sé que tanta oportunidad haya de volver a salir y si tal vez ya no quiera hacerlo o si incluso vengan los hijos y haya otras cosas en que pensar.
No sé, brides. Les confieso que esta fuerte la decisión y que todos los escenarios ya los estoy poniendo en mi mente.
De entrada próximamente será mi cumpleaños número 33 y quizá por eso también estoy bastante introspectiva, pensar ya como una familia es algo nuevo.
Gracias por leerme
