Por fin llegó el día!
Después de posponer 2 veces, la tercera fue la vencida, debo mencionar que semanas antes del día de nuestra boda tuve muchísimos nervios, hasta se me iba el sueño pensando en algo pasaría con el semáforo Covid y que quizás tendríamos que posponer una vez más, pero gracias a Dios no fue así. El día llegó y la pasamos muy muy bien, muy felices y disfrutamos muchísimo acompañados de nuestros seres queridos.
Nosotros ya nos habíamos casado por el civil, pero ya esperábamos nuestra ceremonia católica, para mi era muy importante estar casados ante Dios y por fin lo logramos. Las palabras del padre fueron muy emotivas, me dieron mucha calma, fue una ceremonia bonita y especial, las manos no dejaban de temblarme y a cada momento tenía ganas de llorar. También fue bonito porque la ceremonia fue frente a un laguito en el jardín del evento.
Muchas veces leí por parte de otras novias que hay que disfrutar mucho el día porque se va muy rápido y así fue. Se pasó super rápido pero lo disfrutamos mucho, mi esposo casi no baila frente a otras personas y ese día no paraba de bailar.
Como leí por parte de otras novias: "no hay día que no llegue, ni plazo que no se cumpla" así que todas las novias y novios que están por casarse tengan paciencia, el día llegará y disfrútenlo al máximo porque se va en un abrir y cerrar de ojos. ❤