Bueeeno, pues hoy vi un debate de Yadi, donde publico unas argollas de matrimonio, que no lo mensiona en el debate, pero son celtas . Entonces me di a la tarea de subir este tema =]
Espero les guste...
La ceremonia celta del matrimonio tiene un significado más profundo que el que se da en otras religiones actuales. Según los celtas, dos almas se unen para que sus fuerzas y cualidades se dupliquen y suplan sus carencias y defectos con el apoyo y aprendizaje del otro. Como casi todas las costumbres celtas, el rito completo es un tanto desconocido ya que lo que sabemos es gracias a historiadores clásicos romanos. Aún así vemos en la mitología irlandesa y en movimientos druídicos modernos bodas celtas que son interesantes y pueden ser muy aproximadas a las ceremonias originales.
Como es tradicional en todas las festividades de origen céltico, las uniones conyugales solían asociarse a las fiestas de Beltane (1 de mayo, 1 de agosto) que significa: “El fuego de Bel” en referencia al dios Bel, Beli o Belenus, el dios del fuego, una fiesta muy relacionada con la primavera y los ritos de fertilidad. Además era época de casamientos e incluso era costumbre celebrar bodas durante la Luna Llena. Marcando el comienzo de la época de la cosecha, la maduración de las primeras frutas, y fue tradicionalmente un tiempo de reunión de la comunidad.
La denominada Luna de Miel por ejemplo es una costumbre que se originó entre los celtas de Gales. Dice la leyenda que su origen se debe a que los novios observaban varios días la luna solamente bebiendo una bebida, el licor de miel (hidromiel) durante los 30 días que seguían a la boda. Esto se hacía como un ritual de alianza entre iguales, que debía comenzar con los mejores augurios, purificación y fortaleza posible.
En este tipo de ritos, los druidas eran convocados para dar su bendición pero
cuidado, no hay que ver al druida en el papel del sacerdote cristiano que
conocemos en las bodas actuales ya que su papel iba más allá.
Como acto social, entre los celtas, cuando una muchacha entraba en una edad considerada apta para el casamiento, se organizaba un gran festín, al que se invitaban a todos los jóvenes solteros, la muchacha en un acto ritual con un profundo sentido místico escogía al que ya había elegido previamente, en recíproca correspondencia, y le ofrecía agua para que el joven se lavara las manos, este protocolo era el abierto compromiso público de que ambos se amaban y deseaban enlazar sus vidas para siempre.
Cuando se celebraban los esponsales, todos los parientes de la pareja casadera estaban presentes, puesto que el acto de abandonar una familia para formar otra, era un hecho de suma importancia para todos, había previamente un acercamiento y unos acuerdos entre las familias de los futuros cónyuges en los que se fijaba la dote, sin importar la clase social a la que pudieran pertenecer. En Irlanda y Bretaña, ocurría lo mismo, pues el hombre que se desposaba, debía aportar la Coibche que era una especie de precio simbólico por su futura esposa. En este caso, ésta iba destinada al padre de la pretendida, pero solo si la mujer se casaba por vez primera, si era el segundo matrimonio de la mujer, el padre únicamente recibía los 2/3 de la dote y el tercio sobrante se lo apropiaba la pretendida. De ser su tercera boda, el padre solo recibía la mitad y la novia el resto y así sucesivamente. Si el padre ya había fallecido, este derecho recaía en el hermano mayor de la desposada, pero solo tena derecho a la mitad de lo que le hubiera correspondido al padre.
El término "novia" también es celta y su origen en inglés Bride, se refiere a la
diosa Brigit o Brigid, la diosa del fuego. El velo, parece ser, es una muy vieja
tradición que también se remonta a las ceremonias celtas tardías. Antes de que a la novia se le pusiera el velo era una doncella. Cuando se le colocaba, ella se convertía en una diosa por derecho propio representando así el misterio de todo lo que representa la feminidad. Cuando el novio quitaba el velo, ella volvía a este mundo cambiada, dando paso a un nuevo comienzo.
Este rito antiguo celta se realizaba en exteriores, donde la naturaleza pudiera
bendecir la unión. Es de suponer, dado el amor que los celtas profesaban a la
naturaleza, que los principales lugares de boda se realizaban en los bosques,
seguramente rodeados de sus árboles sagrados y más representativos.
A continuación, se creaba un círculo alrededor de la pareja decorado con flores, piedras, ramas de árboles, etc., una costumbre que aún perdura en muchas bodas actuales celtas. Luego el druida bendecía y consagraba el círculo, símbolo de la eternidad. Después se honraba a los dioses u espíritus de la naturaleza y se depositaban las ofrendas en el lugar que el druida hubiese designado. Los padres de los novios hacían entonces un intercambio de regalos honrando sus líneas de sangre y bendiciendo la nueva unión que casi siempre derivaba en peticiones de fertilidad y prosperidad hacia la pareja.
Una vez terminado el rito tenía lugar el banquete, una costumbre que ha llegado hasta nuestros días y las fiestas de fertilidad donde se honraba a los nuevos casados con diferentes danzas y rituales.