Los Aztecas tenían como base y raíz de la familia al padre, eran guerreros principalmente, y la poligamia era acostumbrada como premio si destacaban en el campo de batalla. La primera mujer tenía prioridad sobre las otras, y el divorcio era válido si la mujer no cumplía con sus deberes o era estéril. La mujer podía pedir el divorcio si era maltratada por el esposo, o si él era incumplido. La mujer al casarse, pasaba de su Campulli al de su marido, y si enviudaba y tenía hijos, se casaban con el hermano de su difunto marido. Para los Aztecas, el matrimonio era UN LAZO INDISOLUBLE si se cumplía como se debía, de lo contrario era NULO.
Para casarse, el hombre debería tener 20 años, y la mujer de 16 en adelante. Los papás acordaban el matrimonio y era un ritual desde la pedida de mano, ya que los padres del novio, a las dos o tres de la mañana, acudían a la casa de la novia, quien les ofrecía aguardiente, y por dignidad la negaban la primera vez, como muestra de pureza, la segunda era dos semanas después, y los padres pretextaban pedir el parecer de la novia, y en cada visita llevaban obsequios para los padres de la muchacha. En la tercera llevaban regalos muy valiosos, como azúcar, café, chocolate, y vino. Ya obtenido el convencimiento por obediencia por parte de la novia, se fijaba la fecha de la boda. Desde ese momento, la muchacha ya no platicaba con nadie, y no salía de su casa hasta el día de la boda, para evitar el enojo de los suegros. Una semana antes de la boda, se ofrecía un banquete en casa de la novia, donde el novio llevaba un petate nuevo que ofrecía a los dioses, sentaba en él a la muchacha y le colocaba un collar de jade como compromiso. El día de la boda, La novia salía de su casa entre música y alegría, y era conducida hacia la casa del novio. El novio y sus padres la esperaban con incensarios en las manos, y los visitantes con antorchas, y el novio la tomaba hacia el Interior para iniciar la celebración. La casa estaba llena de gente. La madre del novio tomaba un ramo de flores y la pasaba por la cabeza y el cuerpo del novio para purificarlo, enseguida la pasaba por la cabeza de la novia y manos, y luego las colocaba en el altar. Los novios se colocaban en un petate de palma, y eran amarrados de sus tilmas por el sacerdote. En el centro había un sumerio con fuego. Ellos daban siete vueltas alrededor del sumerio, quemando incienso y elevando plegarias a sus dioses. Luego oraban y agregando arena sagrada, ya eran marido y mujer, sellado el matrimonio por una plegaria del sacerdote a los dioses, donde anunciaba que ya eran esposos. Los novios se sentaban en cuclillas en el tapete, y ya esposos se daban de comer mutuamente. Los novios duraban cuatro días en su habitación en penitencia y ayuno temporal, es decir, comían después del mediodía. El sacerdote preparaba la habitación de cada uno, eran petates cubiertos con un marco de hojas de yahutli, una planta que también se dedicaba a los dioses y se esparcía sobre los muertos en batalla. El petate del hombre era cubierto de plumas, y el de la mujer tenía una piedra preciosa. Cuatro días no dormían Juntos, sólo oraban a los dioses para el bienestar de su matrimonio. Mientrasios ayunaban, los invitados danzaban en el exterior. La celebración terminaba con regalos de todos los asistentes para los novios.
El lecho de rosas nació con la llegada de los españoles, ya que el petate de la novia en la noche de bodas se cubría con pétalos de rosa de Castilla, traída por los españoles a la Nueva España y hubo modificaciones en la tradicional boda. Cómo las bodas se cristianización, se fusionaron las costumbres, como el buscar padrinos el día de la fiesta de presentación de la novia, donde la madrina daba un rosario a la novia, una sortija de piedra de onix, collares y una cinta para trenzas.
El padrino regalaba al novio un anillo, un rosario, un zarape, un pañuelo y huaraches nuevos.
Se acompañaba a la novia el día de la boda con la "fiesta de las flores" donde las mujeres llevaban collares de flores de diferentes colores. Ya el camino era hacia la misión (nombre que se le daba a las primeras iglesia edificadas por los frailes franciscanos) y de ahí a la casa del novio, donde también eran "limpiados" para purificación, comían alimentándose mutuamente en su petate y se saumeaba a los santos después de que la madre del novio purificaba con flores a la pareja y besaba las flores antes de dejarlas en el altar. La madre del novio los "floreaba" con dos collares con flores del camino, un collar para cada uno, y los ataban entre sí. Durante el banquete, y al sonido de cuerdas, los invitados bailaban ocho danzas de frente al altar, en hileras de cinco o seis personas.
Ese es significado de la famosa frase dicha por Cuahutémoc cuando le quemaron los pies "A caso crees que estoy en un lecho de Rosas?", Refiriéndose que no estaba en ese momento disfrutando como en su noche de bodas.
FinXD sí leyeron hasta aquí. 👏
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