¡Hola a todos!
En este día quiero compartirles algunos recuerdos de mi primer despedida, que fue en un pequeño salón con jardín; preferimos que fuera en un lugar privado porque es más cómodo para todas. Ésta fue organizada por mi mamá, decidimos hacer despedidas separadas para que fueran más íntimas y con menos gente, pues no queríamos que la despedida fuera como una segunda boda.
La despedida fue el día 15 de junio, por la mañana, donde sirvieron un delicioso desayuno: pan con mantequilla y mermelada, omelette con jamón y queso, frijolitos y chilaquiles rojos. Para el postre decidimos no llevar un pastel, sino una mesa de postres que tuvieron mucho éxito (tanto que yo no alcancé a probarlos).
El salón se encargó de la decoración, que quedó muy linda pero mi mamá hizo los centros de mesa, un hulla hoop para fotos y los recuerditos (suculentas). Yo, por otro lado, me encargué de hacer las invitaciones, un cartel de bienvenida y el diseño de las tarjetitas que irían en los recuerditos (todo con el mismo estilo).
Desde un inicio yo comenté que no soy fan de los juegos en las despedidas y baby showers, así que optamos por no hacerlos pero compré una libretita y una pluma bonita para pasarlos por la mesa y que las invitadas pudieran compartirme un consejo para el matrimonio y/o una receta de cocina, que nunca están demás sepas o no cocinar. Además de eso, antes del tiempo del desayuno tuvimos una pequeña meditación sobre el matrimonio y cómo debe ser una esposa, ésta a cargo de la esposa del pastor de la iglesia a la que asistimos. Realmente fue un tema muy bonito que estoy segura atesoraré siempre entre los consejos que me dieron.
En esta ocasión, también decidí contratar a mi fotógrafa de la boda, para guardar los momentos que compartí en compañía de nuestras invitadas.
Quiero compartirles algunas de las fotos por si les sirven para sacar algunas ideas.
Mesa de postres
El cartel de bienvenida
La organizadora de todo: mi mamá
Los recuerditos
Hulla Hoop para fotos