Pasó el gran día y ya regresaste de tu luna de miel.Tu vestido está lavándose y tú regresaste a la vida real. Muchas mujeres viven esto como una especie de alivio, pero otras sufren de un pequeño o gran bajón emocional.
Las segundas están sin ganas de hacer nada, experimentan un gran vacío. Traducción: son víctimas del "wedding blues", síndrome frecuente, pero pasajero. El primer paso para enfrentarlo es comprender qué es lo que está pasando.
Contraste: sueño y realidad: Quizá soñaste con tu boda desde hace tiempo y ese momento ya pasó y tal vez fue menos perfecta que en tus sueños y sientes que no te ha cambiado la vida. Esto quiere decir que has vivido el objeto del deseo. Es como la selectividad, no el final de algo, sino al contrario, un trampolín hacia una nueva vida.
Finalización de un proyecto: Los últimos meses o quizá el último año habías empleado gran parte de tu tiempo y energía en preparar ese gran día; en pocas palabras, tu vida giraba en torno a ese proyecto. Pero, en tan sólo unas horas terminó. Es normal que después de tanta emoción, sientas ese vacío.
Mi ego: Tal vez piensas "extraño el vestido, el ambiente de la boda y los comentarios positivos de todo mundo". Fuiste el centro de atención durante algunos meses y eso te fue muy agradable. Por ello, no resulta fácil volver a la realidad y aceptar no seguir siendo el centro de atención.
Toma de conciencia: De un día para otro te das cuenta que estás casada y quizá te preguntas "¿ya no conoceré a otros hombres en mi vida?", o "¿me van a ver como una ama de casa?". Después te pones a pensar en las estadísticas de los divorcios.
Importante tomar en cuenta: Aunque la depresión después de la boda suele ocurrir días después de ésta, también puede presentarse durante los meses posteriores. Entonces, quizá resulte más difícil identificarlo. Es importante considerar consultar a un terapeuta para ver las cosas con claridad y profundizar en las posibles causas del malestar.
¿Cómo prevenir la depre?:
Entender que la boda es un momento puntual: Prácticamente una boda es una fiesta. Debes comprender que la boda no es determinante. Después de la fiesta hay qué construir la pareja. Los buenos momentos hay que vivirlos juntos.
Organízate: No hay nada más desalentador que recibir las facturas cuando la fiesta ya está bastante lejana. Paga todo antes del gran día.
Vive ese día al 100 por ciento: Muchos te dirán "es un día que pasa tan de prisa". Es imposible detener el tiempo y es aconsejable que disfrutes cada minuto. Delega todo lo posible y no te rompas la cabeza con todos los detalles. Aíslate unos momentos para tomar conciencia de lo que te está pasando y pasa tiempo con tu esposo recién estrenado. Quizá parezca raro, pero muchas parejas viven ese día por separado, pues cada uno está muy ocupado con sus invitados.
Prolonga la fiesta: Al día siguiente y antes de partir a tu luna de miel, invita a tu familia y amigos íntimos a un aperitivo. Es el momento ideal para repasar lo mejor del día anterior y disfrutar de su presencia.
Escápate de luna de miel: Aunque su presupuesto sea corto, váyanse de viaje de novios lo más pronto posible después de la fiesta. No se frustren si no pueden pagar un hotel de cinco estrellas, este nuevo proyecto es únicamente de los dos y es imprescindible.
¿Cómo salir de la depre post boda?:
Importante las sesiones de foto y video del gran día: Para seguir disfrutando del feliz momento, invita a tus amigos y familia a una pequeña proyección de los mejores momentos del día de tu boda. Seguramente cada uno contará pequeñas anécdotas bajo su óptica y opinión. De esta forma podrás asistir de nuevo a tu boda, pero a través del punto de vista de los demás. ¡Te llevarás grandes sorpresas!
Organiza una salida con tus amigas: Tómate tiempo para platicar con ellas, con quienes te apoyaron y guiaron con todos los preparativos. Ofréceles la atención que se merecen.
No te olvides de tí: Seguramente te cuidaste y esforzaste para lucir como una sirena en tu boda. No dejes ese cuidado a un lado y sigue haciendo deporte... mímate.
Actívate: Enfócate en nuevos objetivos, inicia nuevas actividades como cursos de cocina, clases de chino-mandarín o buscando el empleo de tus sueños. De ti depende encontrar la actividad que más te apetezca llevar a cabo