Hoy me encuentro muy emocionada… después de un año y medio que se pospuso la boda por la pandemia, por fin, ¡¡por fin llegará el tan esperado día!!
Un 30 de octubre del 2010 le dije por primera vez si… si al amor, si a una
aventura más, si a un amigo incondicional y si al comienzo de una bella historia.
Un 30 de octubre del 2019, después de 9 años de un noviazgo, no perfecto pues nada
lo es, pero si puedo decir, que fue un noviazgo como diría mi Abu, “a la
antigua” con cartitas de amor hechas a mano, con mensajitos de a peso, en donde
el siempre fue por mi hasta la puerta de mi casa y siempre estuvo al pendiente.,
después de esos 9 años volví a decir SI y “Nos casamos al civil”.
y ahora, por cuestiones de la vida y del universo, nuestra boda se pospuso por
un año y medio, pero a pesar de eso, aquí estamos y en este año, el 30 de
Octubre del 2021, por fin uniremos nuestras vidas ante los ojos de Dios,
volveré a decir “Si” al gran amor de mi vida.
Recuerdo sentirme devastada cuando tuvimos que posponer la
boda, pensé en ese momento que todo estaba perdido, que todo mi esfuerzo no había
sido suficiente… por un año me desatendí de todo esto, de la boda, no quería
hablar del tema ni pensarlo, me dolía recordar que por algo fuera de nuestras
manos, no pudimos casarnos cuando lo planeamos, que fue para un 28 de marzo del
año 2020.
Ahora es triste saber que en estos últimos meses, perdimos a personas en el
camino, familiares y amigos que estaban en la lista de invitados del año
pasado, y que Dios, los llamó a su lado… creo que podrán imaginar la tristeza que
sentimos, al retomar la lista y verlos ahí anotados… pero me consuela pensar,
que ellos estarán con nosotros en esta ocasión, en primera fila en el cielo,
viendo nuestra gran felicidad, llevándolos siempre en nuestro corazón.
Ahora que ya estamos a un mes prácticamente del tan esperado
y anhelado día, me siento tan nerviosa, como si fuera la primera vez que lo hubiera
planeado jajaja (ironía)… creo firmemente, que por algo pasan las cosas, solo
Dios sabe y estoy agradecida por todas las veces que me ha dicho no, y también
por todas las que me ha dicho si.
En esta ocasión tuve oportunidad de integrar detalles que antes no se me habían
ocurrido, pude en el camino, encontrar la mejor versión de mi misma, me siento
muy bien y se que este es el momento perfecto para Celebrar esta unión, con el
hombre que Dios me mandó, con la persona que estará conmigo el resto de mi vida,
con mi mejor amigo, mi cómplice, mi todo… es el momento perfecto para volver a
decir “Si” y agradezco por todo, a pesar de, pero por mucho más que Dios nos
regaló.
Agradezco a mi familia y amiga, que siempre estuvieron conmigo, motivándome y siendo pacientes conmigo. Sin ellas, esto no sería posible.
Ya quiero que llegue ese día…