Los griegos y los romanos usaron fuegos artificiales para atacar en sus batallas, aunque se atribuye su invención de la pólvora a los chinos. Ya se usaba en las bodas religiosas en la china Antigua. Enrique Séptimo en 1486 los usó en las festividades inglesas, y la reina Isabel Primera tenía un sirviente encargado de montar espectáculos en las festividades del Reino. Son fugaces y caros, aunque muy bonitos y dan alegría a los espectadores en las festividades tanto religiosas como patrióticas. En Francia se realizó un gran espectáculo en la Boda de María Antonieta con Luis XVI, que fue todo un despilfarro según escribieron los cronistas, mismo que se repitió cuando nacieron cada uno de sus hijos. Así se acostumbró para todas las bodas y bautizos de la monarquía francesa.
Esa costumbre, de forma moderada y más modesta, se llevó a las bodas de los reinos de Alemania y Austria. En México se adaptó a todas las celebraciones de santos patronos y fiestas patrias, y es tradición esperada en año nuevo y navidad. Pero también, aún hasta la fecha, se acostumbra en los pueblos y ranchos, desde que sale la novia de su casa, acompañarla con truenos y "cuetes" (cohetes) de pólvora, junto con la música en su camino a la iglesia, partiendo detrás de ella.
Actualmente hay fuegos artificiales "sin ruido" que emiten de forma ecológica silbidos y chispazos "silenciosos", protegiendo el medio ambiente.
Y la pirotecnia fría o chisperos, cobran auge en las bodas y quince años, acompañados de bellos escenarios de bengalas.
Sí deciden usar fuegos artificiales en su boda, ya sea en chisperos en el vals, en el pastel, en su bienvenida, o en espectáculo del cielo, aquí hay algunas ideas que pueden enseñar a su fotógrafo antes de la boda para que esté preparado para captar unas excelentes tomas en su gran día.
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