
Desde antes que mi novio y yo decidiéramos comprometernos en diciembre pasado, concluimos que lo mejor sería casarnos hasta dentro de dos años, cuando él terminara su especialidad y yo estuviera encaminada en la mía. A nuestros padres, a los suyos y a sus hermanos no les causó mucha gracia que nos estuviéramos comprometiendo con tanta anticipación, sin embargo nos respetaron la decisión...
Hace unos meses, mi padre resultó bastante enfermo por un accidente automovilístico que en mi lado de la familia nos ha tenido bastante alterados. En parte eso, la tensión de nuestras familias por que estemos haciendo "cosas indebidas", la evidente ansia que tenemos por ser esposos y que encontrándome yo estudiando dentro de dos años va a hacer bastante complicado el organizar una boda, nos llevó a todos a una discusión algo pesada. En respuesta a eso, mi novio y yo decidimos pasar todo por alto y adelantar la fecha de la boda para sus próximas vacaciones: ¡En junio/julio de este año!

Estamos extremadamente nerviosos, intranquilos, preocupados porque no tenemos ahorrado suficiente dinero... Pero aún así ilusionados de que a pesar de casarnos a lo impulsivo, las cosas deben salir si no acorde a lo planeado o esperado, de una manera hermosa e inolvidable.
Bueno. Es todo, necesitaba desahogarme un poquito de la presión que está boda repentina me causa espero no haberles abrumado ¡Saludos!
(Por cierto. No, no estoy embarazada
