Recomendaciones para el gran día

Hola a todos
El día de hoy me puse a reflexionar acerca de una respuesta que publiqué en un debate de Isabel, y es por eso que decidí realizar este debate.

La verdad a raíz de la boda quedé muy cansada y algo sensible. Fueron semanas muy intensas de preparativos para la boda en las que andaba con un ritmo acelerado, me desvelé mucho y a veces también me malpasaba.

Yo siento que me hizo falta la luna de miel, en el sentido de que esa pausa para disfrutar y enfocarnos solo en nosotros me hubiera ayudado mucho a relajarme y asumir la siguiente etapa, pero por cuestiones económicas finalmente no pudimos hacerla.

No he hablado mucho de ese día, he querido esperar a hacer la crónica pero aún no me entregan el material de fotografía y video. El día de hoy me adelantaré un poco a hablar de esas cosas que no estuvieron bonitas de ese día.

Y es que en realidad nada salió como debía salir. Eso fue raro porque me decepcionaron muchos de mis proveedores, pero no era momento de decepcionarse.

La verdad es que llegó un momento en el cual aunque queríamos seguir adelante sin estresarnos, nos fue imposible.

En la sesión nos enteramos de que las mesas no cabían en el jardín y que faltaba mucho por montar aún. El proveedor nos estaba hablando a nosotros porque de la coordinación aún no había llegado nadie y ya casi eran las 3:00 PM, en tres horas íbamos a llegar ahí y en dos y media nuestros invitados.

De ahí nos fuimos a la iglesia y mi familia, papás, abuelita y hermana aún no llegaban. Porque la maquillista se fue sin que estuviera planeado a atender a unas personas y retrasó muchísimo las cosas. Mientras yo en el auto seguía resolviendo cosas y enterandome de más cosas que faltaban.

Llegaron como tres minutos antes de las 4:00 PM, apenas y para hacer la toma de mi salida del auto, para que me pusieran el velo y subir para entrar. Y esto mientras mi hermana que iba en el cortejo viniera detrás y que ya no alcanzó a entrar.

Entré absolutamente desconectada de mí y del momento. Vagamente noté a David, y como que muy dentro de mi me preguntaba porque estaba volteado si ya iba entrando yo. Me despertaron los apretones de brazos que me dieron porque iba caminando rápido y me dijeron que fuera más lento. Y entonces me hice consciente. Pero siento que no sonreí ni hicimos ese contacto visual bonito y cómplice que siempre había soñado y es de las cosas que más lamento.

A partir de ahí me propuse estar en el aquí y ahora porque no se valía que nadie, ni yo misma, me privara de esos momentos tan especiales y únicos que ya no volverán.

Y siguieron ocurriendo cosas feas, las más trascendentes, que lloviera fuera de todo pronóstico, una media hora antes de nuestra entrada y que arreciara en el momento en el que debíamos entrar, lo que hizo que nos retrasaramos unos 10 minutos.

Gracias a Dios que la lluvia se quitó, solo fue una prueba del cielo, así lo tomo yo, algo que nuevamente me hizo valorar esos preciados momentos.

Lo siguiente fueron problemas con nuestro banquete. Un pésimo servicio, lento a destiempo y no cumplieron ni querían cumplir con varias cosas que se acordaron.

Pero al entrar a la fiesta yo disfruté muchísimo. Estoy segura que nadie notó todo ese estrés y ese cansancio.

Y ahí es donde viene la parte que humildemente les quiero compartir de corazón:

Quisiera decirles que todo va a salir perfecto el día de sus bodas, que no habrá contratiempos horribles pero qué creen? La realidad es que si pueden ocurrir, yo puedo dar testimonio de eso.

No basen toda su seguridad de ese día en los factores externos, pues pueden quedar defraudados y en un momento dado colapsar.

Yo les recomiendo checar bien cada proveedor que elijan, checar qué es lo que acordaron recibir a cambio de su pago y también elijan bien a su servicio de coordinación en caso de tenerlo, si no lo tienen contraten a alguien de confianza solo para que vaya a supervisar a los proveedores durante el montaje, con una lista de los servicios contratados de cada proveedor, y también instrucciones específicas que deba darles. Tengan un croquis muy específico de donde va cada cosa, en especial si su montaje será por separado o en un lugar que es un "lienzo en blanco" o que no es todo incluido o no estaba destinado para ser un salón o jardín de eventos.

Si quién se va a encargar de eso será un familiar, que no sea alguien muy cercano ni que participará en los momentos cruciales, y que sea una persona que pueda seguir instrucciones y resolver sobre la marcha sin necesidad de que recurra a ustedes.

Un día antes consientanse mucho y de ser posible ya no hagan nada de la boda. Y duerman temprano.

Preparen una playlist con música que les guste mucho y ponganla en el auto en esos momentos en los que permanezcan en él. Relájense.

Hay cosas que no están en nuestro control, es bueno que siempre recuerden eso. Para las que sí, traten de sacarlas adelante antes, si aún así ese día salen mal, traten de resolverlas pensando en un buen resultado para todos, incluso si ese resultado no se parece mucho a lo que habían planeado.

Créanme que todo esto de la boda me ha dejado mucho también a nivel personal, suelo ser bastante controladora y pocas cosas realmente sucedieron como me las plantee.

Hagan espacio para todo lo bonito e inesperado de ese día, lo que vale cada esfuerzo y disgusto, eso que al final ustedes y sus seres queridos se van a quedar en sus corazones.

Y disfruten mucho, en verdad se pasa muy rápido.

Si pueden, descansen después de todo. A mí dormir me ha ayudado mucho, porque me quedó algo así como un estrés postraumático, ya que estuve más de 5 días durmiendo mal y soñando con problemas y cosas no muy bonitas respecto a la boda.

Les deseo lo mejor y espero que les pueda servir en algo mi experiencia.

Saludos a todos.