*Va a ser largo, espero no aburrir.
Ella dejó esta tarea en mis manos. La decisión fue relativamente sencilla. De entrada sabíamos que los dos preferimos los paisajes montañosos y boscosos, el frío. De modo que opciones de playa no eran candidatas. Yo le había platicado de Chiapas, cosas que había visto por allá y puesto que ella nunca había ido, me pareció una buena idea elegirlo como destino para esos días. Por otra parte, dada nuestra ubicación en ese momento (Ciudad de Oaxaca) y los planes para después de la boda (viajar a la Ciudad de México), el tema logístico implicaba volver a Oaxaca, para poder llevar sus cosas, mismas que no irían con nosotros a la luna de miel, puesto que iríamos en coche, manejando.
Así que Chiapas era ideal; bajaríamos al sur durante la primera semana de nuestro matrimonio, y volveríamos a Oaxaca, tomaríamos nuestras cosas y de ahí partiríamos a Ciudad de México, a iniciar nuestra vida, juntos. Y así lo hicimos, la verdad que todo salió conforme a lo planeado, sin demasiadas desviaciones de horario ni cambios de último momento. Bueno, tuve unos tres meses más o menos para planear el itinerario, calcular las rutas, reservar hoteles y el tour. Ninguna de las reservas nos quedó mal, todo estuvo muy bien. Con anticipación también había preguntado en cada sitio los métodos de pago aceptados, para ir prevenidos. Así que eso sí les recomiendo, planear con tiempo, lo cual implica tomar una decisión sobre el destino, armar el itinerario y luego ir preparando todo lo necesario, es decir, saber dónde y cuándo vas a estar en determinado lugar ayuda con la ropa necesaria, las reservaciones y todo eso, además de repasar una y otra vez los tiempos, recorridos, etc. Adicionalmente a ello, hice una tablita donde ponía el día del itinerario, el lugar que había reservado y el costo, de modo que tenía un estimado bastante realista de los gastos, incluyendo un estimado de comidas diarias y gasolina. El viaje nos habrá costado unos $10,000 pesos.
En fin, aquí les comparto el itinerario que seguimos, muy a grandes rasgos. Sí estuvo algo matado, la verdad, pero fue muy divertido y ambos disfrutamos mucho el viaje. Más adelante comparto fotos y algunos comentarios de cada día.
Itinerario del 17 al 24 de julio, 2018
Día 1: Martes 17 de julio 2018
Salida de Oaxaca a Chiapas, destino Chiapa de Corzo.
Día 2: Miércoles 18 de julio 2018
Recorrido en lancha en Cañon del sumidero por la mañana. Medio día a tarde salida a Cinco Lagos.
Día 3: Jueves 19 de julio 2018
Paseo en Lagos de Montebello por la mañana. Salida a San Cristóbal de las Casas.
Día 4: Viernes 20 de julio 2018
Tour zona norte: Cascadas de agua azul, Misol-Ha, Palenque y vuelta a SC.
Día 5: Sábado 21 de julio 2018
Descanso en San Cristobal, Grutas de Rancho Nuevo.
Día 6: Domingo 22 de julio 2018
Viaje de regreso a Oaxaca
Día 1. El inicio
Iniciamos el viaje a las 8 de la mañana, de acuerdo a lo programado. Tomamos un desayuno ligero antes de salir, y queríamos avanzar lo más posible en la carretera, antes de que empezara el calor.
Nos esperaban alrededor de 8 horas de camino, sin considerar paradas.
La primera parada la hicimos en Juchitán, Oaxaca, más bien, cerca de ahí, en un pueblito llamado Xadani, para que mi esposa pudiera probar las delicias que preparan en un comedor algo famosillo del rumbo, el comedir familiar de Na´ Vicenta, especializado en mariscos muy al estilo de la región. Ella comió camarones al horno y yo una posta de robalo.
De entrada te ponen unas tortillas de horno, con frijoles, queso y salsa verde. Hacía muchísimo calor.
Luego de comer continuamos el viaje, nos faltaban unas 3 horas y media más para llegar a Tuxtla Gutierrez, y de ahí ya solo unos 10 o 15 minutos hasta Chiapa de Corzo, nuestro destino final.
Una aventura en particular fue en el tramo entre Juchitán y Chiapas. En la zona son habituales los bloqueos carreteros y nos tocó uno a la altura de Ostuta. Tuvimos que maniobrar un poco, contratar a un guía emergente local que nos cobró $100 pesos por llevarnos a campo traviesa y salir del otro lado del bloqueo. Valió la pena, porque nos ahorramos horas de espera y la incertidumbre de cuándo podríamos pasar. Eso sí, el camino estaba en malas condiciones, tuvimos que atravesar un río en un tramo y ese fue el trago más difícil, porque por un momento sentí que el río nos llevaba, pero logramos pasar.
Luego del susto y la aventura, salimos a la carretera como con 40 minutos de retraso y pudimos seguir nuestro camino de forma normal.
Tenía planeado llegar a destino como a las 4 o 5 de la tarde, pero llegamos como a las 7 ja,ja.
Todo el camino lo pasamos muy
bien, reímos mucho, platicamos, recordamos cosas, nos contamos recuerdos
personales. Sobre todo yo, que viví por aquellos rumbos por 8 años, fue muy
padre recorrerlos con mi esposa. Tomamos muchas fotos, pero sólo comparto algunas
porque si no, esto se haría interminable. Eso sí, no faltaron mis dos cámaras,
el celular, un tripié y mis controles remotos para el cel y una de las cámaras
Así llegamos a nuestro destino, al hotel que había reservado:
Hacienda San Francisco, que estuvo muy bien.
Nos pareció algo alejado del centro y al principio pensamos que eso era negativo, pero no, está muy cerca y en el centro, de noche, realmente no había mucho qué ver. Aunque sí cenamos y nos tomamos unas fotos en la famosa fuente con forma de corona y el reloj del parque de Chiapa de Corzo
Día 2. El Cañón.
Para el segundo día teníamos planeado hacer el recorrido en lancha por el Cañón del Sumidero. Tomamos el desayuno en el embarcadero, cerca de donde abordaríamos la lancha. Llegamos bastante temprano así que tuvimos tiempo para desayunar con calma, ir al baño, todo eso.
El embarcadero
El recorrido dura alrededor de 2 horas, y vale mucho la pena. Eso sí, hay que ir bien protegido del sol con bloqueador solar, una gorra o un sombrero, bien amarrado porque en el arranque pueden salir volando. El paisaje es impresionante y aunque lo he visitado varias veces, no deja de asombrarme.
Ella, disfrutando el paseo
Al volver al muelle caminamos un poco en el centro de Chiapa de Corzo, y nos detuvimos a tomar un pozol, que es una bebida tradicional chiapaneca a base de maíz y cacao.
El puesto de pozol
Luego de la refrescada ancestral, nos dirigimos al hotel, para sacar nuestras cositas y agarrar camino rumbo a Comitán, y de ahí llegar a 5 Lagos, uno de los miradores de los Lagos de Montebello, donde había reservado una cabaña.
En el camino paramos en un restaurante llamado Juquila, con amplias instalaciones, estacionamiento y muy bien decorado.
El restaurante Juquila
Una lluvia intempestiva nos sorprendió y nos cambiamos de lugar, pues estábamos al aire libre, así que nos pasamos a un área techada y cerrada donde pudimos disfrutar de la comida, que es muy buena y variada.
Bajo cubierta
La comida
Llegamos a buena hora al destino, aprovechamos para instalarnos y todavía tuvimos tiempo para tomar unas fotos. Ahí me pueden ver preparando el equipo para la sesión, je, je.
Una vista del lugar a donde llegamos. 5 Lagos.
Yo, con mi juguetito
Una toma en nuestra cabaña
Y otra más.
Luego de eso, cenamos en un pequeño y sencillo restaurante a un lado de las cabañas, oímos la lluvia caer y le canté unas canciones antes de dormir.
Día 3. Los lagos.
Creo que este fue uno de nuestros lugares favoritos. Un lugar silencioso y medio aislado de todo. De hecho no había señal de celular, no hizo falta, afortunadamente. Despertamos en medio de una completa calma, trinos de aves y nubes.
Al abrir la puerta que da al lago nos encontramos con una vista hermosa.
Bajamos a desayunar muy animados y preparados para dar el recorrido a los diferentes lagos que componen este complejo natural. No fue necesario contratar un guía, recorrimos solos los lagos y fuimos pasando de uno a otro, admirándonos, disfrutando el momento y los paisajes y tomando, eso sí, muchísimas fotos.
Fue en esta etapa del viaje donde mi tripie dio las últimas. Debo decir que ya tenía más de 10 años que lo había comprado, y le di su uso por varios años. Así que era de esperarse que esta vez no resistiera tanto ajetreo. Tuve que improvisar en algunos sitios, maneras de seguir tomando fotos donde saliéramos los dos. Ese fue el único inconveniente durante ese recorrido.
Un paseillo en balsa de corchoDe remeros...
Ese paseo estuvo genial
Una vista desde lo alto
Nosotros, bien felices
Una vista de un lago, a ras de suelo
La frontera con Guatemala
Luego de disfrutar los lagos y parar a comer en una pequeña fonda a orillas del camino, nos dirigimos a nuestro próximo destino: San Cristobal de las Casas.
No sin una parada técnica.
Ahí dormimos esa noche y antes de dormir, aprovechamos a dar una vuelta, pero no hasta muy tarde, porque al día siguiente había que madrugar para tomar el tour que había reservado, pasarían por nosotros a las 4 de la mañana al hotel y de ahí al recorrido.
Día 4. Palenque y alrededores.
El recorrido inició muy temprano.
Pasaron por nosotros como a las 4:30 de la mañana.
Le advertí a mi esposa que, si bien, al salir íbamos a sentir mucho frío, era preferible aguantarlo un poco, para no pasar ratos incómodos con el calor que íbamos a experimentar más tarde. La ventaja de que conocía de antemano las condiciones del lugar fue que pudimos prepararnos y anticiparnos a las condiciones del clima. Me hizo caso, por supuesto, y hasta llevó una muda de ropa, cosa que le fue muy útil porque con el calorón que hizo, decidió meterse a un baño, darse un regaderazo y cambiarse de ropa en la segunda parada del tour.
Visitamos en primer lugar las cascadas de Agua Azul, donde nos aventamos una buena caminata cuesta arriba como de 2 kilómetros, para llegar hasta el punto más alto y de ahí ir bajando y tomando fotos.
Hicimos varias
Cuando llegamos a la parte baja, donde están las cascadas más grandes, ya íbamos bien sudados y acalorados
pero nos gustó mucho el paisaje.
Compramos unos bocadillos y agua y nos los comimos a toda prisa antes de subir al vehículo del tour.
La segunda parada fue Misol-Ha, una impresionante cascada rodeada de rocas y árboles enormes, donde se puede pasar por debajo de la cascada por medio de un camino preparado para el propósito.
Pasando por abajo de la cascada
En esa parada ya había algo de gente, pero nos las arreglamos para hacernos unas tomas que nos gustaron mucho. El tripie fue de gran ayuda, con todo y que no funcionaba al cien, por la avería que tenía, pero con algo de cinta adhesiva y sus limitaciones siguió dando resultados aceptables.
Una de tantas con el tripie
Saliendo de ahí, como ya les conté, mi esposa quiso bañarse y cambiarse de ropa, para continuar más fresca el resto del tour.
La última parada fue Palenque, luego de algunas horas de carretera.
El lugar es increíble, y muy caluroso.
Recomiendo ir con ropa ligera y mucha protección contra el sol. Una sombrilla sirve, el problema es que afecta la vista para los demás turistas jeje, es más difícil de esconder.
En fin, hicimos un recorrido en las ruinas con un guía, y al final estábamos rendidos.
La desventaja de ir en un tour es que te traen a marchas forzadas y con el tiempo medido. La ventaja, es que no te tienes qué preocupar por conducir y encontrar estacionamiento. Así que al regreso nos dormimos y así nos aventamos las 4 horas de regreso. Llegamos a nuestro hotel como a las 10 de la noche, y todavía salimos a cenar algo por ahí cerca, y luego a dormir.
Día 5. San Cristóbal y Rancho Nuevo.
Ese día nos levantamos un poco más tarde, con toda la intención de relajarnos y descansar un poco de todo el ajetreo de la semana. Ya casi había concluido nuestra primera semana juntos, y nos preparábamos para el regreso. Según lo planeado, nos fuimos a Rancho Nuevo, un lugar muy cercano a San Cristobal de las Casas, donde se puede desayunar opíparamente y es muy económico.
Tomamos café de olla y comimos enormes quesadillas y pan dulce.
Luego del desayuno hicimos el recorrido en la gruta, un lugar frío y oscuro, con barandales para evitar accidentes y un camino hecho de cemento que los lugareños adecuaron para facilitar el paso de los turistas.
En la gruta
Las formaciones minerales son muy impresionantes, y la gente del lugar, los pequeños guías, suelen jugar con la vista y la imaginación de los turistas mostrándoles formaciones con apariencia de algo conocido en la cultura popular. Nosotros preferimos el paseo en solitario, y detenernos cada vez que lo queríamos para tomarnos fotos. Mucha gente entró y salió, mientras nosotros íbamos a paso lento, con paciencia, esperando el momento de hacer una foto, sin público je,je.
Ya saben, es el problema de los lugares turísticos, salen muchos extras en tus fotos.
Pero lo solucionamos.
Después de la gruta, nos fuimos a comprar un elote y nos sentamos a comerlo por ahí, mirando el paisaje.
Movimos el coche a otro lugar más alejado del bullicio, ya casi para irnos, y tomamos algunas fotos ahí, nos divertimos.
Una de los anillos
También canté unas canciones acompañado de mi guitarra. Luego nos fuimos al hotel y descansamos.
Por la noche salimos otra vez, ella compró algunas cosas para llevar de recuerdo a su familia,
y yo compré unos panes y unos dulces, también para regalar.
Una foto en el centro
¿No es hermosa?
Luego nos fuimos a descansar; al día siguiente nos esperaba un largo viaje.
Día 6. El regreso.
Pasaron los días, casi sin darnos cuenta. La verdad es que el tiempo vuela, sobre todo cuando uno lo está pasando bien. Llegó la hora de volver a casa y prepararnos para otro viaje que nos esperaba, y el regreso al trabajo y la vida cotidiana. El viaje estuvo bien, muy tranquilo, sin bloqueos.
El desayuno, antes de salir.
Una deliciosa mojarra en Ostuta, a medio camino
Estuvimos muy entretenidos comentando el viaje y a veces pensativos respecto a lo que venía por delante, todos los cambios que había que hacer en nuestras vidas, sobre todo para ella, que ahora dejaría a sus padres y hermanos, su ciudad, sus amigos y su centro de trabajo. La verdad es que valoro muchísimo el gran sacrificio que ella estuvo dispuesta a hacer para que estuviéramos juntos.
Así concluyó nuestra luna de miel. El primer viaje que hicimos juntos, como marido y mujer. Fue maravilloso.
Esperamos volver, algún día.