¡Hola a todas y todos! Estuve fuera un tiempito porque fui a una boda en tierras lejanas y bueno, pude ver un par de cosas y quiero compartírselas.
1. La novia no pudo usar su vestido durante la recepcón y toda la fiesta porque de la parte de arriba se le caía, era más o menos como la foto que pongo aquí abajito, pero el escote de la espalda no tenía mucho de dónde agarrarse y se le caía y caía y caía...
Lueego, por la forma y el largo del vestido, no podía caminar a gusto porque como que se le venía hacia en frente todo el tiempo y pues no, era tipo como en la foto que les pongo, pero su vestido era de una tela, simple, muy ligera, sin volados ni nada...
Entoooonces les aconsejo que cuando se prueben sus vestidos caminen en ellos, bailen en ellos y asegurense de que puedan caminar con absoluta libertad.
2. Otra cosa que pasó fue que los novios no estaban en su mejor momento (ellos se casaron hace como 2 años por trámites. Esta boda era la importante jeje). La noche anterior a la boda fuimos a la despedida de solteros. Era de los dos en el mismo lugar y todo, y él se puso muy borracho, tanto que la novia se fue sin él. Al día siguiente, la boda fue hasta las 8:30 de la noche (porque a esa hora atardecía). Y tooodo el día los novios estuvieron como resentidos por cosas familiares. Antes de salir hacia el lugar de la ceremonia, estaba muy enojada porque veía que el novio no se había ido ya según lo planeado y decía "no nos vamos, desde aquí veo al menso". No hubo mucha emoción en esa boda y se notaba que algo no estaba bien, casi no interactuaron en la fiesta y bueno. La recomendación es que si no están bien, hablen, por dios, y solucionen las cosas porque se nota cuando hay tensión.
3. La comida estaba medio fría y la novia se enojó mucho, equis, el problema no fue que se enojara por la comida, pero estaba tan presionada y tan mal con el marido, que en medio de la fiesta vomitó como no tienen idea, además de que a cada rato se levantaba y se iba a su habitación y dejaba la fiesta ñpor un buen rato. No sé, no creo que valga la pena el estrés y tanta presión porque al final ninguno de los dos disfrutó de ese día, y nosotros, los invitados de México (porque de otros lugares nada) nos quedamos haciendo lo propio, tratando de amenizar, pero llegó un punto en el que fue imposible.
Bueno, eso es más o menos de lo que me di cuenta. Si llegaron hasta acá, gracias por leer y espero que de algo les sirva.