Hola, Comunidad
Mi contador ya pasó los 60 días, solo nos quedan dos meses y la emoción empieza a sentirse.
Como ya saben, mi esposito y yo vivimos en SLP pero nos casamos en Chihuahua, así que la planeación ha sido una locura y casi todas las decisiones se han tomado con fotos y a través de whatsapp (excelente herramienta, recomendada por ustedes, gracias). Mi mamá tenía la intención de organizarme una despedida de soltera, pero eso implicaba que yo viajara a Chihuahua. Después de platicarlo largo y tendido decidimos que era mejor aprovechar el viaje para conocer el jardín y hablar en persona con todos los proveedores posibles, y el dinero que se hubiera gastado en la despedida me lo regaló en efectivo (súper ayuda, qué mejor despedida que esa).
Así que el viernes tomé un autobús a las 6pm y llegué a Chihuahua el sábado a las 8am. Me recibió mi mamá, me llevó a la casa con el tiempo contadísimo para darme un baño rápido y de ahí a desayunar con la familia (mis papás y mis hermanos). Fue un momento súper especial y muy agradable, aprovechamos el desayuno para ver detalles sobre el gran día, revisamos el itinerario y la planeación (que yo llevaba impresa en una hoja), se repartieron tareas y responsabilidades, y todos empezaron a emocionarse y a aportar ideas para que las actividades fluyan lo mejor posible, mis hermanos se ofrecieron voluntarios para varios detalles que yo no había tenido en cuenta y mi papá se secó dos o tres lagrimitas discretas.
Después del desayuno la idea era que mi mamá y yo iríamos a visitar a los proveedores, porque mis hermanos y mi papá no tienen paciencia para dar tantas vueltas… la sorpresa fue que insistieron en acompañarnos a todos lados, y no solo toleraron todas las visitas a proveedores, sino que se involucraron en todo. Llegamos al jardín y es tan hermoso que todos empezamos a sonreír sin parar, yo solo lo conocía por fotos, mis hermanos y mi papá no tenían ni idea, la única que lo había visitado en persona era mi mamá. Nos sentamos a ver los detalles, y entre todos elegimos la mantelería, los centros de mesa, el lay out de las mesas y otros detalles. Hasta la chica que lleva mi cuenta en el jardín quedó muy tranquila, porque le preocupaba que no tuviéramos los detalles decididos a tiempo.
De ahí mi papá nos llevó a conocer el jardín que eligió la tornaboda (él la pagará y la está organizando solito!!!), y nos dio muchísima risa porque está justo al lado del jardín donde será la boda!!! Eso es perfecto, así la gente ya sabrá cómo llegar. Nos pusimos de acuerdo en el número de personas para la tornaboda (terminamos con 150, prácticamente será una segunda recepción), el menú que se servirá (barbacoa, menudo, frijoles charros y más cerveza para la cabeza), y la música que tendremos (mi papá quiere contratar un dueto de guitarristas que tienen un show cómico).
Terminando con los detalles de la tornaboda le marqué a mi súper fotógrafa, y a pesar de que le marqué de último minuto, a pesar de que era sábado ya pesar de que yo no tenía cita con ella, nos recibió en un café. Revisamos las locaciones, los tiempos para cada actividad, le entregué el itinerario impreso y una lista de fotografías que no quiero que me falten. Aclaró todas mis dudas y se portó maravillosa con mi familia, salí del café convencida de que contratarla fue la mejor decisión.
Luego vimos a la florista, y aunque ya tenía decididas las flores y colores para ramos, buttoniers y el arreglo del carro, nos mostró ejemplos de cómo se vería, algunas fotos de sus trabajos, los arreglos que estaba haciendo en ese momento (para el evento que tendría ese mismo día por la noche) y aclaró mis dudas sobre cómo mantener las flores frescas. Me sentí tan tranquila con su trabajo que hasta me animé a preguntarle si podría hacerme el tocado en flores naturales (yo tengo uno preparado en flores artificiales, porque nadie quería hacérmelo natural), no solo me hará el tocado en orquídeas, sino que hará dos para poder cambiarlo en caso de que las flores se marchiten!!! Amo a mi florista.
Para cuando terminamos con todas estas actividades ya pasaba la hora de comer y moríamos de hambre, yo pensé que comeríamos en algún restaurante, pero ya me tenían preparada la carne asada en la casa, con más familia esperando y mucha cerveza a pesar de la ley seca (baia baia). Nos pasamos un rato súper agradable hablando de los planes, y recibí por parte de unos tíos mi primer regalo de bodas en efectivo!!! Esos primeros mil pesitos para nuestra luna de miel me cayeron tan de sorpresa que me hicieron llorar.
A las 7pm tenía cita con mi estilista para ponerme el tratamiento de queratina brasileña, pero salí de ahí con corte, tinte, queratina y hasta prueba de maquillaje!!! (esa se las pongo en otro debatito). Mi estilista me conoce de toda la vida y aparte de todo el trabajo con mi look se ofreció a rellenar mis kits anti cruda, yo ya tengo las bolsas, solo es cuestión de dárselas para que ella les ponga todo lo que llevan dentro (ufff un gastito menos).
El domingo me levanté súper temprano para acompañar a mi mamá a votar (yo ya voto en SLP), aprovechando que era temprano nos pusimos a revisar la lista de invitados y ya quedó bien definida, con número exacto de invitaciones y pases. Mi hermano desapareció casi una hora y regresó con su dedito negro, un café gratis de la promoción de oxxo y un abono extra para la música (él nos apadrinará al DJ y el Mariachi), ya falta solo una tercera parte para liquidar.
Una tía nos ayudará con la mesa de dulces, ella trabaja en una notaría así que le tocó trabajar todo el fin de semana, saliendo de su turno pasó rápido a la casa y tuve la oportunidad de ponerme de acuerdo con ella en el tipo de dulces que queremos dar y la decoración que debe llevar la mesa. Hablamos por teléfono con la chica que se encargará de montarla (es amiga de mi hermano) y captó justo la idea de lo que quiero… un pendiente menos.
Mi mamá, mi hermana y varias tías mandaron a hacer sus vestidos con una modista, en su última prueba aprovecharon para preguntar por mi “velo de cenicienta” y la modista comentó que tenía un tul muy fino que le había sobrado de otra novia y que con eso podría hacerlo, como ya tiene una orden de trabajo grande con mi boda solo cobrará la hechura del velo… mi velo de cenicienta saldrá en 300 pesitos!!! Mi mamá se emocionó tanto que se ofreció a pagarlo ella.
Y así, a las 13hrs del domingo tomé el camión de regreso a SLP. Quedaron muchos cabos atados y siento que finalmente todas las piezas de la planeación, que parecían estar cada una por aparte, comienzan a encajar poco a poco, para convertirse en el evento de mi vida.
Llegué a SLP hoy lunes a las 4am, dormí muy poco en el camión y he andado arrastrando los pies y bostezando a escondidas toda la jornada… pero el cansancio, el viaje y la desvelada valieron totalmente la pena.
60 días, que emoción!!! ¿Ustedes cómo van? Cuéntemelo todo.