1.Usa herramientas de planificación gratuitas en línea. Sé tu propia coordinadora de bodas utilizando sitios como Google Weddings (en inglés) o una de las tantas aplicaciones móviles que hay dando vueltas, que te pueden ayudar a organizar tu presupuesto, los lugares en las mesas, la lista de invitados, el menú, la música y todo lo demás. Pinterest también es útil para crear un tablero con fotos de cosas relacionadas con la boda.
2. No compres revistas de bodas. La mayoría de las revistas de bodas tienen una versión en línea que puedes ver gratuitamente, y también hay montones de blogs en los que inspirarse. Por ejemplo, Loverly es como un Pinterest pero exclusivo de bodas y tiene una gran variedad de estilos.
3. Sal de la temporada o escoge un día poco común. Por más encantadora que sea una boda en un fin de semana de calor, también es la opción más cara. Considera los pros y los contras de escoger un día inusual de la semana (quizás puedan asistir menos invitados pero los más cercanos y queridos van a hacer el esfuerzo) o de hacerla en otoño, invierno o a comienzos de la primavera. Puedes ponerle una temática acorde: la temática 'Tierra de maravillas invernales' es preciosa, como los colores rústicos del otoño o los primeros tonos de la primavera. Con un poco de imaginación, se le puede agregar un poco de brillo hasta al día más frío del año.
4. Aprovecha al máximo a los familiares y amigos. En algún lugar de tu red de amigos y familiares, seguro que conoces a un buen fotógrafo, un artista talentoso o modisto, un aspirante a DJ, un excelente repostero, un peluquero, un maquillador o un entusiasta de los autos clásicos que le encanta hacer de chofer. Hay muchas probabilidades de que estén felices con la idea de ser parte de tu gran día, ya sea que ofrezcan los servicios como regalo de bodas o con descuento. Cuantas más personas echen una mano, más especial y casero va a ser tu día: un día de bodas comprado con amor en lugar de con dinero.
5. Piensa más allá de hoteles y estancias. No tiene que ser un lugar tradicional, los salones comunales, las sacristías o los clubes deportivos se pueden conseguir a una fracción del precio y quedar igual de bien después de la decoración. O, si tienes la suerte de poder acceder a un jardín privado grande, alquila una carpa y hazla ahí.
6. Considera alquilar el lugar solo. Eso significa que alquilas el espacio pero el catering lo organizas tú; también está la posibilidad de que puedas deshacerte del gasto del descorche. Esa opción implica más planificación, y también tienes que sumar todos los gastos adicionales de contratación, pero puede llegar a ser mucho más rentable; y un espacio en blanco como un lienzo te permite plasmarle toda tu personalidad.
7. Alquila una casa de vacaciones como salón. Primero tienes que verlo con el dueño de la propiedad y tal vez sirva para celebraciones íntimas, pequeñas, pero las casas de vacaciones pueden ser lugares increíbles a un precio mucho más bajo que el clásico hotel. También puedes alquilar el lugar por una semana o quincena y convertir la ocasión en unas vacaciones para tus amigos más cercanos y familiares. Vas a tener que contratar toda la comida, el servicio y los extras tú misma así que asegúrate de calcular bien el presupuesto antes de decidir si ésta es la opción correcta.
8. Revisa que no haya gastos ocultos. Asegúrate de investigar todos los costes ocultos antes de cerrar el trato. Pregunta el coste de la barra libre, si el precio incluye impuestos, si el servicio está incluido o si hay algún gasto adicional de personal, si hay un mínimo por cabeza o cargo por invitado, si hay costes extra por la iluminación o el guardarropa, si hay cargo por alquilar una carpa o por las mesas, la vajilla, la cristalería, la mantelería o las sillas. También verifica si vas a tener contratación exclusiva y, en el caso de un hotel, si dan tarifas reducidas para los invitados.
9. Nunca uses la palabra 'boda'. Cuando negocies precios con los proveedores, nunca uses la palabra 'boda' o vas a ver los números volar por los cielos. Siempre que puedas, llámalo 'fiesta' o 'festejo'. Además, nunca tengas miedo de regatear, la mayoría de los proveedores de bodas están abiertos a la negociación.
10. Negocia 'añadidos'. Siempre es bueno probar suerte, después de todo, ellos van a ganar mucho dinero contigo. Si necesitas extras -ya sea fundas para sillas o iluminación- asegúrate de negociarlos.
11. No invites de más. Claro, te gustaría invitar a todo el mundo, pero sé realista. Te va a costar una fortuna y no vas a poder pasar un buen rato con todos los invitados. Íntimo y pequeño suele ser mejor. Siempre puedes hacer una ceremonia reducida y una recepción e invitar al resto a la noche o hacer una boda privada pequeña y una fiesta otro día con todos tus amigos.
12. Haz la invitación por video. La impresión y el correo son caros pero una invitación por mensaje de texto o correo electrónico puede sonar perezosa. Con un poco de cuidado, imaginación y, con suerte, uno o dos amigos con habilidades técnicas, puedes armar una invitación en video divertida a bajo coste que puedes compartir por correo electrónico, mensaje de texto y en tu blog de bodas. Un blog de bodas también es una manera sensacional de compartir información con los invitados sin tener que cargar con los gastos de la impresión. Si sois creativos, o tenéis algún amigo que lo es, también pueden crear un 'póster de película' para acompañar el 'tráiler de película' de boda y publicarlo en línea. Otra opción es hacer entrevistas en video con 'el reparto y el equipo' de la boda (familiares y amigos) que puedes publicar en línea y también proyectar como parte del entretenimiento el gran día. Desde ya puedes imprimir algunas invitaciones especiales para los parientes mayores que no son tan tecnológicos.
13. No creas en la exageración del anillo. Si os amáis, seréis felices hasta casandoos con un anillo de plástico. No se dejéis cegar por las piedras, es su decisión personal como pareja cuánto queréis gastar en un anillo, ya sea comprando uno nuevo o uno vintage, o incluso si siquiera os importan los anillos. El Príncipe William no se preocupó por tener uno cuando se casó con la Duquesa Kate así que, si es bueno para la realeza...
14. Busca segunda mano o vintage. Escoge un vestido glamoroso a precio rebajado. Siempre hay sitios web dónde mirar y, por supuesto, los sitios de subastas.
15. Prueba en las tiendas outlet. En las tiendas outlet puedes encontrar ofertas en vestidos, zapatos, trajes y más. Y no hace falta salir de la ciudad. Hay muchas en las zonas céntricas y también en Internet.
16. Consigue un vestido a precio de ganga en China. Puedes conseguir vestidos a medida desde China a través de Internet por un precio tan bajo como 112.468 euros. Primero, asegúrate de investigar mucho, haz muchas preguntas a los vendedores y cuídate de las estafas.
17. Busca los descuentos ocultos de sitios web como Amazon. Hay sitios que te ayudan a encontrar descuentos ocultos de hasta un 80% en anillos, decoración y más.
18. Busca amigas que te presten cosas. ¿Tienes amigas que se hayan casado hace poco? ¡Por supuesto que tienes! ¡Ahí fue donde se te ocurrió la idea de dar el sí en primer lugar! Consúltales para ver si tienen zapatos, accesorios o hasta vestidos que puedan prestarte.
19. Las madrinas se escogen el suyo. Decide un tema vago o un esquema de color, y pídeles a las madrinas que elijan y paguen un vestido que quieran volver a usar o incluso que escojan algo que les vaya con su propio guardarropa. Si lo deseas, pueden unir el look con fajas, zapatos, ramilletes, perlas o tocados de un color. Lo mismo funciona para los padrinos.
20. Toma un curso de maquillaje. No sólo vas a aprender algo nuevo y ser capaz de maquillarte el día de tu boda sino que también puedes ayudar en las bodas de tus amigas.
21. Aprovecha los cambios de look gratuitos. Si no eres tan valiente como para maquillarte sola, pero sí eres los suficientemente relajada como para improvisar sobre la marcha el mismo día, ve a un mostrador de maquillajes y haz que te hagan el look de forma gratuita... y lleva también a las madrinas. Otra alternativa es buscar escuelas: tal vez consigas que te peinen y maquillen el mismo día gratis o con descuento.
22. Cuando escojas la decoración, valoriza desechos. Las tendencias de boda actuales se ubican más bien del lado de la novia o el novio consciente del presupuesto. Un look diferente es tanto a la moda como económico. Busca en tiendas de segunda mano telas bonitas y cristalería que puedas usar para hacer manteles lindos y originales y para colocar las flores y las velas.
23. Cultiva tus propias flores. ¡No es tan descabellado! Después de todo, las bodas y el matrimonio se tratan del largo plazo. Todo lo que necesitas es un pedazo de tierra, algunas semillas y conocimientos básicos de jardinería y podrás cultivar tus propias flores para el gran día, ¿y no es encantador poder decir que salieron de tu propio jardín?
24. Ve hasta el mercado de flores. Al que madruga, Dios lo ayuda. Las gangas van a estar si vas al mercado de flores y escoges las tuyas al precio de coste. Ojo: la mayoría abre a eso de las 3 de la mañana y cierra a las 11.
25. Haz tus propios arreglos florales. Toma un curso de arreglos florales o aprende los básicos mirando tutoriales gratuitos en sitios como videojug.com o eHow.com. Si tienes una amiga experta en el tema, pregúntale si quiere hacerlos como regalo de bodas, seguro que te va a decir que sí enseguida.
26. ¿Quién necesita flores? Cámbialas por papel o tela. Las flores son hermosas y tradicionales pero también son costosas, perecederas y se pueden usar sólo una vez. Compra flores decorativas de papel o tela o banderitas que puedas reusar o vender, o, si tienes tiempo y ganas, reduce los gastos haciéndolas tú misma. Guirnaldas, grullas de origami, lo que sea que te guste. Hay muchísimos tutoriales de vídeo en Internet y hasta puedes reunir a tus amigas para hacerlo juntas mientras pasáis una tarde divertida. Invítalas a pizza y vino, ¡y seguro que van encantadas! Aunque no os paséis con el vino porque se pueden complicar las manualidades…
27. Haz tus propios marcadores de asientos. Si eres creativa, prepara algunos con tus habilidades mágicas. Si no eres tan talentosa, algo tan simple como reunir caracoles y piedras de la playa y escribir el nombre del invitado encima puede quedar de maravillas.
28. Haz tu propio souvenir. Compra muchos dulces retro y envuélvelos en paquetes individuales o entrega paquetitos de semillas de jardín o incluso té en hebras bien envuelto. O hasta puedes obviar los souvenirs, de todos modos, las personas suelen dejarlos abandonados en la mesa.
29. Come más mermelada. Los frascos de mermelada de lujo son sensacionales para colocar flores o para poner velas.
30. Menos es más. Una flor sola en un jarrón delgado puede tener más impacto que un ramillete chillón. Mantén las cosas simples y sobrias.
31. Haz un picnic. Si eres lo suficientemente valiente para arriesgarte con el clima, o te vas a casar en un lugar muy soleado, piensa en la opción de hacer la recepción en forma de picnic en un parque. Así vas a ahorrar en alquilar un lugar. Y en comida y bebida. Sólo lleva mantas para que las personas se sienten en el césped y mucha comida. También puedes ahorrar más, sugiriéndoles a los invitados que traigan una botella de algo y algunos bocadillos.
32. Haz un té o merienda. En lugar de la cena tradicional, ¿por qué no hacer algo por la tarde? Si alquilas un lugar que te permita hacer tu propio catering, sólo necesitas llevar sándwiches, café, té, zumos y algún vino, después, es cuestión de pedirles a los invitados que lleven sus propias contribuciones de pastel.
33. Contrata una camioneta de venta de comida. Aprovecha al máximo la moda de la comida callejera y contrata algunas camionetas con aperitivos deliciosos para servirles a los invitados.
34. No desperdicies dinero en un pastel costoso. De todos modos, ¡la gente está demasiado llena después de la comida! Pídele a tu madre o a una tía que te haga uno de regalo o compra uno en alguna cadena grande. También puedes recortar el presupuesto, saltándote el postre y sirviendo solamente pastel.
35. Reemplaza el champagne por un vino blanco espumante. Un buen prosecco es mejor que un champán económico. Es más frutal y menos ácido, con mucha frecuencia más rico para el paladar.
36. Haz tu propia lista de temas o recluta a un amigo. Hacer la lista de temas para tu boda es una de las partes más divertidas de planear el gran día, así que, ¿por qué le darías el gusto a un extraño? A menos que escojas con cuidado, el DJ de bodas puede ser un trepa de segunda con una colección de hits cursis. Haz tu propia lista en un reproductor de mp3 o en algún sitio web o busca un amigo amante de la música para que se ocupe de las bandejas. A diferencia de con un DJ contratado, puedes confiar en que tus amigos van a poner todas las canciones que pidas y en el momento que quieras.
37. Haz juegos de fiesta. ¡No te rías! Ofrecerles algunos juegos interactivos a tus invitados, ya sea en interior o exterior, los va a mantener ocupados, romper el hielo y ser una distracción bienvenida para los tiempos muertos entre la comida y el entretenimiento o la música. Las bodas pueden ser un poco pesadas para los invitados, hay mucha gente con la que hablar de trivialidades, así que cuanto más entretenimiento haya, mejor.
38. Haz algo distinto. Si no tienes la suerte de tener un vecino amable o pariente que haya restaurado un auto clásico en el que le gustaría llevarte, no desesperes. ¡Haz algo diferente! Llega en bicicleta, un tándem, un tractor o en la parte trasera de una camioneta: lo importante es que sea una entrada dramática. No importa qué tan lujoso sea el vehículo. Y si tienes la suerte de haber elegido un lugar junto a un lago, también puedes llegar en un bote. ¡Muy romántico!
39. Haz una lista de boda detallada. Depende de tu postura frente a la etiqueta de boda pero a lo mejor te gustaría que los invitados participaran en tu día especial haciendo una lista con el detalle de los gastos. La tía Sara puede regalarte el primer plato o el primo Pablo puede pagar la banda en vivo. Puedes imprimir notas de agradecimiento para exhibir ese mismo día.
40. Haz que los invitados sean los fotógrafos. ¿Tienes buenos fotógrafos o cámaras entre los invitados? Engánchalos para que hagan las fotos oficiales. Seguro que los invitados van a tomar fotos todo el día con los teléfonos y cámaras así que asegúrate de pedirles que compartan los recuerdos contigo.
Y, después de que se termine todo, usa fotos impresas como tarjetas de agradecimiento. Escoge una de tus fotos preferidas del día de la boda, imprime unas cuantas y envíalas con un mensaje escrito a mano en la parte de atrás.
