Fue una boda con todo el lujo.
De inicio la ceremonia religiosa estuvo muy bonita porque fue muy emotiva. Ya en la recepción puesto que era en la noche el jardín se encontraba muy iluminado y lucía muy bien, en la entrada había una barra de cocteleria y botanas. Ya al estar en las mesas pues estaba todo muy elegante, en azul marino y dorado, los adornos eran altos y había una mesa de quesos artesanales que podías degustar previo a la cena. La wedding planner nos dio a todos los invitados (como 400, antes de pandemia claro) un como tipo chispero y los encendimos cuando entraron los novios (y justo lo hicieron con mi canción favorita, me emocionó mucho). Después siguió ya todo lo del vals (que fue corto y no pasó toda la familia gracias a Dios) y la cena que estuvo buena, la música fue cok DJ muy variada y hubo amenizacion por parte del mismo y carrito de shots que pasaba por toda la pista. Me divertí mucho
