La crónica de nuestra boda

El día de tu boda debe de ser el momento más feliz de tu vida, buscas el lugar ideal para llevarla a cabo y que todo salga como te lo imaginabas. Sin embargo, vivimos en un mundo materialista, de interés y de negocios. Me casé en Los Cabos, porque mi ahora esposo es extranjero y me brindaban la facilidad en cuanto al papeleo y porque es playa. Nunca imaginé que acabaría organizando todo yo, me gusta tener las cosas en orden y llevar cierto control, pero tristemente por querer ahorrarme algunos pesos, me salió mucho más caro. En este apartado desahogaré todas mis penas para que si alguna de ustedes lo lee, puede prevenir algunos de estos detalles.

En abril, mi ahora esposo, me dijo que podría volar a México, pues estaba en Europa, en ese momento empecé a cotizar y buscar proveedores en playas. Debo confesar que Royal Solaris de los Cabos fue el único hotel que me respondió, todos los demás tenían sus dudas, prometían enviar su información y no la recibía, el home office fue lo que hizo que eligiera Los Cabos y este hotel. La atención era inmediata, me respondía de una manera muy muy amable, hice el primer pago y todo parecía ir viento en popa. La boda quedó apartada para el 1ero de agosto, cena en la playa para 25 a 30 invitados. Me pedían 10 habitaciones para tener ciertos "beneficios" pedí maquillaje y peinado. Las fotografías las estaba considerando.

En el mes de julio todo cambió, regresaron a la oficina, y pareció como si empezaran de cero, me preguntaban cosas que ya habíamos acordado, me cuestionaban el número de habitaciones registradas, pero lo más triste y lo que más me molestó, fue cuando una amiga reservó con despegar.com su habitación para asistir y me dijeron que como no mandó correo electrónico al hotel, tendría que pagar para estar en la boda, ¡a pesar de estar hospedada en el hotel! Covid empezó a agravarse nuevamente por lo que algunos invitados cancelaban y en lugar de tener flexibilidad, me seguían presionando con el número de habitaciones, el presupuesto aumentaba pues algunos invitados preferían AirBnB que hospedarse en el hotel.

El día de la boda fue mágico, me casé con el amor de mi vida con el océano pacifico de testigo. Pero a los 30 minutos el maquillaje empezó a fallar, a la hora mi cabello se desasía, y no quiero hablar más mal del día, pero las fotos, las fotos fueron el peor gasto que he hecho en mi vida, más de 6mil pesos por 5 buenas fotos, y la más nítida de todas fue una foto en donde salimos con cubre bocas. ¿Qué novia quiere recordar el día de su boda con un cubre bocas? no tengo palabras suficientes para quejarme, sacar mi tristeza y coraje. Solo este apartado para que me lean y piensen dos veces antes de realizar gastos innecesarios. Yo definí los horarios, yo le pedí a un amigo ser traductor, ya que mi novio no habla español, yo acomodé los centros de mesa, que yo hice y me cobraron por poner, yo busqué una florería local, pues me querían cobrar muchísimo por flores propias. Yo hice el playlist de música, yo hice todo y pagué como si fuera una boda para 200 personas en una ciudad del centro de México.

ACLARO QUE ESCRIBO ESTO PARA QUE PREVENGAN GASTOS Y MOMENTOS DE ESTRÉS.