El beso es una respuesta de apego, una manera de conectarme con el otro, una muestra de cuidado, de romanticismo y por tanto facilitan el encuentro con la pareja.
Además, los besos generan un lenguaje común. El beso es un lenguaje no verbal muy importante en las parejas, como lo son la presencia de miradas seductoras o tomadas de mano. Es un lenguaje muy potente e importante, y por ello deberíamos estar atentos a esas maneras de vincularse con el otro que es a través de lo físico. A veces nos preocupamos mucho de lo que nos decimos y no de lo que hacemos, y lo que uno hace es importante, porque es una manera de conectarnos desde un espacio distinto.
Suele suceder que a los inicios de la relación exista más contacto físico y besos, y eso tiene que ver con la etapa de conquista, con lo novedoso y la intensidad de las relaciones al principio, lamentablemente con el tiempo esto va disminuyendo. Si esto sucede o está sucediendo, es importante estar atentos a no dejar nunca de comunicarnos con el cuerpo, en este caso con los besos. Desgraciadamente la costumbre, la rutina y los hijos se han transformado en grandes boicoteadores de las relaciones de pareja que, de repente, se sorprenden al darse cuenta de cuánto tiempo llevan sin dar, ni que les den, un buen beso. Por eso – debemos preocuparnos de mantener esos códigos, porque es la única manera de proteger y cuidar nuestra relación.
