Sin duda, el amor no tiene edad. La vida da muchos vueltas y el corazón jamás se da un respiro, más si todavía no ha sido capaz de amar de verdad o si este debe valorar una segunda oportunidad para volver a hacerlo. Y no hablamos de un amor basado en la rutina, sino en un amor con energía, con la pasión adolescente de quien no puede dejar de sentir, sonreír y emocionarse.
No hay edad para dejar de ser uno mismo.