La mejor boda a la que he ido es definitivamente a la nuestra: de mi esposo y mía. Contando hasta una que otra situación medio accidentada todo sucedió con el amor, la magia, la espontaneidad, el cariño y la complicidad que lo deseamos desde el momento de comprometernos, sobrepasó todo lo que pudimos imaginar en emociones y sentimientos; sin duda hasta el día de hoy está siendo uno de los mejores días de nuestras vidas.
Tengo dos opciones de boda favorita a las que he ido:
La de mi hermano por la cercanía con él siendo mi único hermano, no me involucré en nada de su boda pero fue un día grandioso por la convivencia con muchos familiares y amigos nuestros, disfrutamos de comer y beber super rico por la variedad que hubo, gran ambiente para conversar y bailar [hasta quedarnos sin zapatos], todos nos divertimos como enanos, incluso los niños. El lugar es enorme, hubo muchísimos invitados y duró muchas horas así que hay historias para contar de ahí.
La de un primo porque los esposos disfrutaron de todo lo que organizaron ellos solos en costo y en organización, ellos tuvieron tiempo de ir a tomarse fotos con todos los invitados y una copa en cada mesa. Fue un evento íntimo en un sitio pequeño, me encantó que ellos bailaron y bailaron y bailaron.