Puede ser fácil tener un periodo de cortejo divertido y romántico, pero te puede preocupar que tu matrimonio no dure una vez que esa chispa inicial se haya extinguido. Sin embargo, si quieres vivir una vida matrimonial feliz, tienes que trabajar en mantener vivo el romance y en seguir creciendo, con tu pareja y como individuo. Aunque no siempre es fácil, puedes hacer que tu matrimonio prospere si tú y tu pareja están dispuestos a hacer el esfuerzo.
Ser considerado
1 Respeta a tu cónyuge. Si quieres tener un matrimonio saludable, tienes que hacer que tu cónyuge se sienta como tu igual y tomar en cuenta sus sentimientos cada vez que vayas a tomar una decisión o cuando estés simplemente ocupándote de tu rutina diaria. Si tratas a tu cónyuge como si sus opiniones realmente no importaran o como si siempre tuvieras la última palabra, estás destinado a tener un desequilibrio en tu matrimonio. Asegúrate de darle a las opiniones de tu cónyuge la misma seriedad que le des a las tuyas y de tomarte el tiempo de escucharlo y hacerlo sentir que te importa.[1]
- Trabaja en ser amable, amoroso y comprensivo hacia tu cónyuge. Si estás teniendo un mal día y le gritas, asegúrate de disculparte. Dale el respeto básico que se merece en lugar de pensar que puedes hacer lo que quieras porque están casados.
- También debes respetar la privacidad de tu cónyuge. No husmees en su teléfono celular o computadora si esperas que se sienta respetado.
2 Trabaja para mantener la relación en el presente. Si te importa tu cónyuge y quieres tener una relación saludable y productiva, debes evitar obsesionarte con errores del pasado que ambos cometieron o recordarle a tu cónyuge constantemente sus fracasos; en cambio, trabaja en reforzar el comportamiento positivo, disfrutando de su tiempo juntos en el presente y pensando en todo lo que se viene. Si realmente quieres a tu cónyuge, serás considerado con sus sentimientos y no traerás a colación el pasado solo para obtener una reacción de él o ella.
- Aunque no siempre es fácil dejar ir el pasado, no debes traerlo a colación por rencor. Recuerda que tu cónyuge también es una persona que vive y respira y que no debes traer a colación el pasado solo para lastimarlo.
pareja feliz
3 Tómate el tiempo de escuchar. Escuchar es una de las mejores formas de ser considerado con tu cónyuge. No simplemente te distraigas cuando tu cónyuge esté hablando sobre su día o esperes a que termine para poder decir lo que quieres decir; haz un esfuerzo por realmente escucharlo y para que te importe lo que te esté contando. Cuando estén teniendo una conversación verdadera, guarda tu teléfono, haz contacto visual y sé lo suficientemente considerado como para realmente escuchar.
- Por supuesto, todos nos distraemos de vez en cuando. Si eso sucede durante una conversación, no finjas que estás siguiendo lo que te está diciendo; discúlpate y averigua lo que tu cónyuge realmente estaba diciendo.
- Hazle preguntas que demuestren que realmente te importa. No quieres que sienta que te está aburriendo.
- A veces, lo único que tu cónyuge necesita después de un día duro es alguien que lo escuche. No tienes que sentirte forzado a darle consejos todo el tiempo.
4 Dale prioridad a tu cónyuge. Aunque no necesitas hacer que tu vida gire completamente en torno a él o ella, tienes que recordar que, cuando ustedes decidieron casarse, querían ser una prioridad en la vida del otro. Debes asegurarte de honrar esa decisión y tomar todas las decisiones importantes teniendo en mente a tu cónyuge, asegurándote de tratar de hacer lo que es mejor tanto para ti como para la persona con la que estás casado.
- Si tu familia o amigos no se llevan bien con tu cónyuge, no debes tratar de ir en defensa de ellos a menos que tu cónyuge no esté siendo razonable. Asegúrate de ser considerado con los sentimientos de tu cónyuge y de darle el amor y el apoyo que se merece.
5 Mantén una comunicación sólida. Si quieres que tu matrimonio sea feliz, la comunicación es la clave. Tú y tu pareja deben poder hablar gentilmente con el otro sobre sus pensamientos, sobre todo de las cosas en las que ambos tengan que estar de acuerdo o que vayan a hacer juntos. Hacer esto a diario ayuda a fomentar la comunicación entre parejas y a mantener el matrimonio saludable y sólido.
- Nunca digas cosas por enojo queriendo herir intencionalmente a tu pareja. Las palabras crueles que no quisiste decir pueden ser muy difíciles de olvidar para tu cónyuge; pueden ocasionar un daño permanente a su relación. Si terminas diciendo algo que no quisiste decir, asegúrate de disculparte.
- Al discutir, cíñete al tema y trata de no atacar personalmente a tu pareja.
- A fin de tener una comunicación sólida, tienes que ser consciente de los pensamientos y humores de tu pareja incluso antes de tener una conversación. Debes poder leer el lenguaje corporal y las expresiones de tu pareja para poder saber si algo anda mal y sentirte cómodo trayéndolo a colación.
6 No quebrantes confidencias maritales ni las uses como arma durante una discusión. Si tu pareja te confió algo muy privado e importante, no debes minar esa confianza contándoselo a alguien más solo porque realmente no pensaste en ello. Si fue algo doloroso y personal, no lo uses como un arma durante una discusión o tu pareja se sentirá traicionada. Sé considerado con el hecho de que tu pareja te confió esa información importante y asegúrate de honrar esa confianza.
- Debes ser la persona en quien tu cónyuge confíe más que nadie en el mundo. No hagas nada para poner en peligro esa confianza. Si cometes un error, asegúrate de disculparte por ello.
pareja feliz
7 Debes estar sintonizado con los humores de tu pareja. Si sientes que algo anda mal con tu pareja, tómate el tiempo de abrazarla y preguntarle cuál es el problema. Tal vez ese sea el momento en el que necesite más tu atención. No ignores esa oportunidad. Si tu pareja no está lista para hablar, no tienes que insistir y empeorar las cosas, pero debes demostrar que estarás ahí cuando esté lista y dispuesta a sincerarse.
- Si tú y tu pareja están en un escenario social y notas que algo no está del todo bien, no se lo preguntes en frente de todos; lleva a tu pareja a un lado para demostrar que realmente estás prestando atención.